Nuestra invitada al episodio de hoy, Ana Isabel Moreno Flores, es enfermera especializada en cuidados paliativos y en los cuidados a pacientes con grave deterioro neurológico. Ha participado en las jornadas organizadas por el Centro de las Hermanas Hospitalarias de Palencia llamadas “Asistencia integral al paciente con ictus” y nos visita para contarnos en qué consistió su intervención y arrojar luz sobre la prevención y el tratamiento de las secuelas ante un ictus.
Ana Isabel lleva 28 años trabajando en las Hermanas Hospitalarias en este campo y ha sido muy interesante conocer desde dentro el funcionamiento de una Unidad de Altos cuidados, donde atienden esa rehabilitación de pacientes tras un ictus.
Hacemos un recorrido por las camas de convalecencia de distintos procesos que les generan dependencia; y las camas de paliativos. Nos cuenta los cambios que han habido en estos años en esa unidad, centrados sobre todo en la especialización y formación de los profesionales enfocados a un tipo de paciente concreto, y la individualización de los cuidados, sin atender a horarios fijos, “buscamos atender a la necesidad que tiene cada uno de nuestros pacientes”.
En general por sus manos pasan pacientes con deterioro muy grande y características de problemas neurológicos que ya llevan secuelas y necesitan o rehabilitación o atención en el final de sus días. Nos explica la evolución en el perfil de pacientes que ha atendido en estos años, cada vez más enfocado al paciente de tránsito. “Antes siempre eran estancias largas, problemas neurológicos muy degenerativos, y ahora cada vez tenemos más pacientes que salen de alta con un ictus o fractura y no puede ir a casa aún”.
Nos cuenta en qué consiste un ictus y cómo influyen en su aparición las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares junto con los hábitos de vida, sobre todo por el grado de dependencia que generan las secuelas. Repasamos varios síntomas a los que debemos estar muy atentos para solicitar asistencia cuanto antes.
“Iniciamos programas de rehabilitación física, cognitiva, estimulación del lenguaje, logopedia, etc. Nos llegan a los 15 o 20 días tras el ictus. Yo lo primero diseño la habitación, sabiendo cual es el lado afectado disponemos así los enseres que más vaya a utilizar para que sirva de estimulación, adaptamos las camas y baños, apoyos…”.
Tipos de ictus, incidencia en hombres y mujeres, diferencias en los riesgos de fatalidad y secuelas entre ambos sexos y posibles porqués, cómo influye la rápida respuesta en el pronóstico, y esta rápida respuesta en qué se basa: síntomas, detectar, avisar… Son claves los primero 60 minutos. Ana Isabel nos habla de los segundos y terceros ictus, y cuánto tiempo transcurre hasta que los derivan a su unidad.
Hablamos de los tipos de secuelas de motricidad, habla, emoción… en las que trabajan y cuáles son los porcentajes de mejora según el tipo de ictus; trabajo con las familias y sus preocupaciones y necesidades cuando llegan.
En el programa nos ha parecido muy interesante saber más sobre la creación de centros ictus para bajar la media de atención. Que en la unidad buscan que el paciente pase el menor tiempo posible en la habitación, ¿por qué? Y, ¿dónde están entonces? Y hablamos de una adaptación en todas las esferas posibles de una paciente desde que se levanta hasta que se acuesta. El trabajo de la enfermera una vez más, se nos revela absolutamente clave dentro de un equipo multidisciplinar que Ana Isabel nos descubre.
Escucha la entrevista completa.
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