En nuestro episodio número 103 de ‘Sanará Mañana’ conocemos a Julia Ruiz, enfermera del servicio de oncopatología y trasplante del Hospital madrileño Niño Jesús, con más de una década a sus espaldas en la gestión de calidad de los programas de trasplante de médula en pediatría, tanto en su propio hospital, como a nivel nacional e internacional.
Ha sido muy interesante descubrir cómo Julia realiza el salto a la gestión, qué implicó ese cambio, qué fue lo más difícil, y, sobre todo, nos ha interesado conocer de primera mano qué fue lo que más le sorprendió de la gestión que sigue llenándole 13 años después como enfermera y personalmente.
“Entonces había algunos centros a nivel europeo que se estaban acreditando en base a unos estándares de calidad, JCI, buscando la excelencia en el cuidado de los pacientes, y todo lo que tiene que ver con los programas de trasplante y de trasplante de progenitores hematopoyéticos. Primero empiezas muy poco a poco y luego vas viendo, en trabajo en equipo, que se pueden hacer muchísimas cosas”.
Hablamos del gran desarrollo del servicio y el programa en concreto en estos años, de los avances que han ido implementando y desarrollando con el objetivo puesto en la excelencia en los cuidados al paciente con trasplante de médula, y cómo llegan a estos avances.
Reuniones multidisciplinares, contacto directo y continuo con profesionales de otros centros a nivel nacional, y lazos a nivel europeo. “Es una parte muy enriquecedora. Me ha llevado esto a promocionar muchas otras cosas a nivel del grupo nacional de enfermería de trasplante que coordino desde 2019, y a nivel también del grupo de enfermería europeo. Es aportación también al hospital, al servicio, y crecer en otras áreas”.
Repasamos algunos de los puntos más importantes que incluye el programa de trasplantes, cuáles son los estándares que promueven basados en la seguridad del paciente y los cuidados basados en evidencia. Julia destaca aquí la necesidad de las dobles verificaciones en la administración de quimio y hace hincapié en uno de los puntos más necesarios, la formación.
“Mínimo pedimos un año en el servicio de oncología y hematología antes de pasar a la unidad de trasplante. Luego es fundamental la formación continuada- Julia nos cuenta cómo es esta formación y cada cuanto se proporciona- y además ofrecemos diferentes cursos externos, presenciales u online”.
Hablamos de las guías y los estudios que tienen en marcha, y de cómo realizan las auditorías por todo el país. Cómo es la evaluación, seguimiento, y renovación de las mismas a los 4 años.
Hablamos del papel de la enfermería con estos pacientes, fundamental debido a ese contacto 24 horas con ellos. De la educación antes de un alta, de las explicaciones previas a un trasplante y cómo comunicarlas; de posibles efectos- mucositis, sangrado, disminución del apetito, aislamiento…- resultados de injertos, y muchos detalles más que sitúan a la enfermería como pieza clave para la seguridad del paciente en los trasplantes pediátricos de médula.
Salud mental y prevención de adicciones, en ‘Sanará Mañana’