Hoy, en este nuevo episodio de ‘Sanará Mañana, hablamos de alimentación, de nutrición. De la gasolina que le damos a nuestro organismo para que funcione lo más correctamente posible. Y hablamos de nutrición enfocada al paciente geriátrico, a nuestros mayores. Cómo hacer una correcta valoración nutricional en la tercera edad y qué factores debemos tener en cuenta. Por supuesto, hablamos, también, de prevención, una herramienta fundamental para conseguir un cambio real en la sociedad.
Para abordar todas estas cuestiones, tenemos con nosotros en este programa a Carmen Martín Salinas. Ella es enfermera, máster en Docencia Universitaria y Profesora en la Universidad Autónoma de Madrid desde hace más de 30 años. Además, es presidenta de la Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética (ADENYD).
Actualmente, asegura Carmen, tenemos una población muy envejecida con muchos problemas de salud. «Hay muchos ancianos frágiles, aunque no tengan problemas concretos de enfermedad, y los cuidados nutricionales son imprescindibles para su buen estado general», indica.
La gran pregunta es por qué es tan importante prestar atención a la nutrición de las personas de mayor edad. Carmen afirma que el envejecimiento va ligado a otros muchos condicionantes que van a determinar el riesgo nutricional. «Con el envejecimiento, se disminuye la ingesta de alimentos, y eso hace que se altere la capacidad funcional, el anciano tiene dificultad para realizar las actividades de la vida diaria… y todo eso hace que aumente su dependencia». Una cadena que aumenta sus eslabones según avanza.
«Hay evidencia absoluta de que el estado nutricional aumenta la fragilidad, e incluso hay artículos que plantean el binomio desnutrición-fragilidad y se preguntan dónde está el principio. Eso ha hecho que la OMS y la FAO consideren a las personas mayores nutricionalmente vulnerables».
También se sabe que un anciano desnutrido, dice, acude muchas más veces a la consulta de atención primaria y al hospital que uno que no lo está.
Algo que nos lleva a la siguiente cuestión. Qué factores hacen a las personas mayores más susceptibles a la malnutrición. Carmen nos cuenta que hay factores fisiológicos propios del envejecimiento que, por supuesto, están ahí y que van a ir limitando la capacidad de la persona para alimentarse, pero no hay que olvidar los factores psicosociales y económicos. La capacidad adquisitiva, por ejemplo, hace que compren alimentos de peor calidad nutricional porque son más económicos.
La enfermera, indica Carmen, debe tener en cuenta estos factores sociales a la hora de valorar a este tipo de paciente, ya que tienen que considerar que un cuidado de calidad lleva implícito tener en cuenta ciertas consideraciones. Por ejemplo, cuando se enviudan, que comienzan a aislarse, o cuando se mudan con los hijos. «Ese cambio de entorno hace que, a veces, dejen de comer. Y, luego, la pérdida del sabor y del olor, que hace que la comida sea más inapetente y hace que pierdan interés. Si a eso se unen problemas dentales, que les dificultan la masticación, o la deglución, terminan por excluir alimentos que, en otro momento, sí habrían tomado».
Ante todo esto, qué podemos hacer las enfermeras por los mayores para valorarles correctamente, pensamos. Nuestra invitada resume que lo importante es «observar, escuchar e incorporar las herramientas de cribado nutricional en nuestra valoración, y darle a la alimentación la gran importancia que juega en el papel de la salud».
Si quieres saber más sobre la valoración nutricional en el paciente geriátrico, dale al play y no te pierdas este ‘Sanará Mañana’ con Carmen Martín Salinas.
Salud mental y prevención de adicciones, en ‘Sanará Mañana’